Según EuropaPress, la Conselleria de Salud de la Generalitat potenciará la comunicación médico-paciente a través del uso de aplicaciones móviles. A final de este año 2016 se presentarán de forma pública las cuatro apps en las que ya se está trabajando. Éstas facilitarán, tanto a personal sanitario como a pacientes, el control y seguimiento de enfermedades. Será una vez validadas y autorizadas cuando podrán ser recomendadas por los profesionales de la salud.

De esta manera, se introducirá la mHealth en la sanidad catalana quizás siguiendo el ejemplo de la NHS (el Sistema de Salud Nacional de Reino Unido) hace ya unos años.

Las ventajas de la mHealth

Las aplicaciones de salud podemos encontrarlas en diferentes tipos de gadgets. La mHealth incluye teléfonos móviles, tabletas, relojes inteligentes y otros dispositivos corporales o implantes. Estos recogen datos, entre otros, sobre estilos de vida y actividad física, realizando una monitorización de salud de la persona que utiliza la aplicación. De esta manera, se obtienen ventajas desde dos puntos de vista:

Por un lado, se consigue un paciente más involucrado. Éste tendrá un mayor control de su salud, pudiendo acceder a sus datos y recibiendo mejores pautas y/o recordatorios para su medicación. Por ejemplo, una app que controle el ejercicio físico y la alimentación diaria de un paciente que, por su constitución, pudiera ser partidario de sufrir colesterol si no se cuidara. O, por ejemplo, una app que recuerde a un paciente que sufre EPOC cuando tiene que utilizar el inhalador y que, además, le ayude a mejorar la utilización del dispositivo. Ser consciente de los hábitos de cada día puede contribuir a la prevención o mejora de enfermedades.

Por otra parte, un control no presencial del paciente por parte del profesional sanitario. El profesional sanitario podrá acceder a los datos que el paciente ha ido almacenando en la app y podrá establecer un mejor seguimiento del tratamiento previamente diagnosticado. Mediante el uso de aplicaciones móviles, la comunicación médico-paciente puede dar una libertad al paciente que jamás antes se había planteado. Por ejemplo, para un paciente diabético que lleva conviviendo con la enfermedad durante muchos años, el control de la diabetes se puede hacer a través de los datos que éste va almacenando en la app, quizás contribuyendo a disminuir las visitas presenciales a la consulta del profesional sanitario siempre que todo esté en orden.

Homologadas para ser recomendadas

Claramente, la tecnología tiene el poder de transformar nuestras vidas. Pero, con una amplia variedad de aplicaciones de salud para elegir, ¿cómo sabemos qué aplicaciones son las seguras y además nos darán un resultado eficaz? Igual que la NHS, el nuevo proyecto de la Conselleria de Salud de la Generalitat para la introducción de la mHealth en Catalunya contará con un clasificador de aplicaciones móviles de salud.

Estas aplicaciones deberán pasar una homologación que las teste a nivel tecnológico, médico y social para comprobar que son adecuadas. La salud y el bienestar del usuario de una aplicación depende de la idoneidad, la exactitud y fiabilidad de la información utilizada. Por eso se recomienda utilizar solamente apps que hayan pasado el control de calidad mHealth para una correcta recopilación de datos y uso de estos.

Esta clasificación será utilizada tanto por el personal médico para poder recomendarlas, como por los pacientes que de manera autónoma quieran y busquen una app segura y de calidad para controlar su enfermedad.

mHealth, ¿futuro o utopía?

Estando en la era de las apps donde cualquier sector de la sociedad ya no contempla su futuro sin pensar en cómo integrarse en la nueva economía de las aplicaciones, la mHealth es una posibilidad de mejora de la comunicación médico-paciente. Tendremos que esperar a su completa implementación para valorar su eficacia y la correcta usabilidad de médicos y pacientes.